
Está en boca de todos lo rápido que evoluciona la tecnología. Hasta hace poco, cada ciertos años aparecía un producto revolucionario que lo cambiaba todo en la industria, mientras otros que en su día sólo fueron accesibles a grandes corporaciones pasaban a ser accesibles al gran público.
Hace algo más de 40 años de la creación de Internet y de los primeros ordenadores personales, iniciando la era de la “Internet de la información”. En 2007 asistimos al nacimiento del primer Smart Phone, el iPhone, que cambió radicalmente la manera de comunicarnos y convirtió en permanente el acceso a Internet de los usuarios. Hoy en día hay más líneas móviles que personas en el planeta.
En el ámbito de las reservas de hotel, por ejemplo, podríamos recordar cuando hace más de 20 años los resultados de ventas a través de intermediarios en Internet pasaban de ser anécdota a ser un dato en incremento anual. O cuánto tiempo tardamos en hacer una nueva web con motor de reservas para venta directa. O en hacer propios algunos servicios de marketing digital externalizados en un principio, como la gestión de redes sociales.
Ahora que Internet es un medio en el que nuestros clientes se mueven confortablemente, en muy poco tiempo se ha incrementado el ritmo al que están surgiendo y avanzando en Internet tecnologías como la inteligencia artificial, Blockchain o la realidad virtual y la aumentada. Debido a ello la brecha en la adaptación de los viajeros, empresas y destinos al nuevo entorno digital se agranda rápidamente.
Para nosotros, desde 2002, ha sido fundamental comprender rápidamente las nuevas tecnologías que surgen entorno a Internet, haciéndolas accesibles y rentables para nuestros clientes lo antes posible. Desde entonces hemos visto cambiar drásticamente el panorama digital, y cómo la industria y el entorno se han transformado. Por ello nos paramos a reflexionar sobre cómo afectará esta evolución de Internet a su primer canal de posicionamiento y comercialización, su web.
Su web es el núcleo de sus actividades y negocio en la red. Tenga presente esta premisa siempre.
Con la llegada de la denominada Web3 asistimos la mayor evolución de Internet desde la aparición del correo electrónico y el navegador web, que nos dieron acceso universal a todo tipo de contenidos, al envío inmediato de mensajería gratuita y, cómo no, a las redes sociales. Con esa misma rapidez, sencillez y eficiencia, la tecnología Blockchain nos da acceso universal a la transferencia inmediata, sin intermediarios y prácticamente sin comisiones, de bienes digitales, o títulos de propiedad sin la necesidad de una “entidad central de confianza”. Pero también a la generación de valor, y nuevas posibilidades en cuanto a trazabilidad, certificación de autoría, gestión de privacidad, descentralización y automatización de determinadas tareas repetitivas.
Se habla de una segunda ola tecnológica de cambio en Internet que algunos equiparan a la revolución industrial, donde veremos una Internet donde la inteligencia artificial hará de guía y donde, a su tiempo, la realidad aumentada y virtual harán de interfaz. Aunque es la tecnología Blockchain la que permitirá el intercambio y generación de valor entre todas esas nuevas las plataformas conectadas en Internet.
Pero ¿por dónde empezar? En nuestro caso empezamos interesándonos por cómo afectará esta evolución en lo que respecta a servicios al usuario en la web. Ya sea como huésped de un hotel, visitante de un destino, asistente a un evento o cliente de una empresa de servicios turísticos. Viajeros en búsqueda de servicios y experiencias genuinas y diferenciadas, adaptadas a sus preferencias. Y, cada vez más, que les permitan disfrutar de una estancia sostenible, en un entorno de mayor privacidad en la red y responsabilidad social en destino.
Una de las premisas de la Web3 consiste en devolver el control de los datos a los usuarios, y que el uso de la red repercuta en su beneficio real. Aumentar beneficios de nuestra propia red, haciendo un el reparto responsable de los mismos entre los usuarios y clientes, pero también en los residentes de cada destino, por ejemplo.
Así que ¿por qué no devolver al usuario la capacidad para decidir? Bien si ceder sus datos a cambio de una serie de servicios de forma gratuita (como Facebook, por ejemplo), o bien ser recompensado por realizar determinadas acciones en nuestra web. Como ver un vídeo, pulsar sobre un enlace, visualizar una oferta enviada por e-mail, recomendarnos en redes sociales, compartir contenidos y otros.
Nuestros usuarios y clientes pasarán a ser nuestros principales prescriptores. Contenidos generados por personas en un entorno en breve invadido por contenidos generados por la IA. Este tipo de interacciones pasarán a ser valor añadido en cuanto a servicio diferenciado y de calidad en su web. Ofrecer servicios donde la propiedad de los contenidos y los niveles de acceso a los mismos esté en manos de los usuarios también los serán.
Así que hace ya tres años nos decidimos a crear soluciones innovadoras y accesibles, que permiten a nuestros clientes integrar en su día a día herramientas Blockchain e IA (o no, según funcionalidades requeridas). De forma modular, en convivencia con sus actuales sistemas, para así poder familiarizarse con ellos gradualmente. Gracias a la evolución de la tecnología de los últimos años podemos integrar en la propia web del cliente algunos servicios hasta ahora accesibles solo a grandes compañías.
Desde herramientas de mensajería instantánea privada a su propia red social, recompensas (en activos digitales o intangibles) que podrán intercambiarse en tiempo real con usuarios de nuestra red o de todo el mundo, a pagos en criptomonedas que se reciben en su cuenta y moneda habitual (por una comisión inferior). Sólo por citar algunas funcionalidades, ya que vemos nuevas aplicaciones ya no sólo a nivel de servicio al cliente, sino de cara a la venta, a la creación de nuevas fuentes de ingresos y al posicionamiento de su web en Internet.
Estamos viendo, y veremos durante los próximos años, avances asombrosos que cambiarán nuestras vidas al igual que lo hizo la internet de la información con la llegada del PC o del Smartphone en su momento. Una era donde la innovación nos ofrece nuevas y emocionantes oportunidades para diferenciarnos de la competencia.
Despegamos hacia la Web3. ¿Quieren acompañarnos?
Patxi Mendibe Urizar CEO Kimaiwi.com