
- El impacto global en el indicador en términos nacionales se calcula ya en más de 54.700 millones de euros este año: -32’4% en relación a 2019. En las islas, la Alianza para la Excelencia Turística habla de pérdidas superiores a los seis mil millones y al menos cuatro meses de parón absoluto.
- El lobby turístico presidido por Gabriel Escarrer lamenta las medidas ‘poco ambiciosas’ del Gobierno y la escasa atención a las medianas y grandes empresas del sector, proponiendo una batería de actuaciones fiscales y administrativas.
El pasado mes de enero, la Alianza para la Excelencia Turística integrada por 28 de las más relevantes empresas españolas (entre ellas Renfe, Iberia, Balearia y grandes hoteleras, entre otras) preveía que este 2020 la actividad directa o indirecta del sector turístico supondría 158.000 millones de euros, elevando el PIB de 2019 en un punto y medio porcentual. Sin embargo, a finales de marzo el escenario para Exceltur era este: el producto interior bruto turístico descenderá en toda España un 32,4%, 54.773 millones de euros. Una parte muy importante de ellos, 15.595 millones, corresponderían a actividades indirectas de proveedores y otros actores del ámbito turístico.
La comunidad balear se pone a la cabeza de las pérdidas previstas, con 4.464 millones en actividad directa y 1.612 millones en la indirecta. En total, más de 6.000 millones de euros, una caída en el PIB turístico del archipiélago del 41%. Por detrás, otras autonomías donde tantas empresas de Turistec tienen intereses: Cataluña perdería un 34%; la Comunidad Valenciana 33,6%; Andalucía un treinta y dos y medio por ciento; Madrid -28% y Canarias -26%.
Exceltur ha elaborado su informe sobre el impacto del COVID-19 en la industria mediante una muestra de casi 2.400 unidades de negocio de todos los subsectores turísticos del país. Y las conclusiones son demoledoras considerando que, a la merma en los ingresos de aerolíneas, hoteles o restaurantes, se suma la caída de millares de proveedores por el parón turístico.
El presidente de la Alianza, Gabriel Escarrer, da voz al estudio confirmando que “la facturación ha caído ya prácticamente a cero” y que la situación es de una “mínima visibilidad respecto a su recuperación en los próximos meses, algo nunca visto antes”.
¿Hasta cuándo?
Según el informe presentado y en base a estimaciones de distintas instituciones (matemáticas y sanitarias, entre otras), Exceltur lleva el pico de la pandemia hasta finales de mayo (en cuanto a fallecidos y contagios), y por lo tanto hasta ese momento el fin de las restricciones a la movilidad y el confinamiento ciudadano. Después pasarían tres o cuatro semanas “hasta que los ciudadanos volvieran a tomar decisiones de viaje, que se recuperarían en dos velocidades”. Más rápidamente los viajes nacionales y/o en vehículo propio y de forma más lenta en los que implican el uso de transporte compartido.
Ahí es precisamente donde Baleares tiene en esta ocasión un gran hándicap por su condición insular: sólo reconstruir un plan de conectividad aérea será un reto, y la llegada de turistas dependerá no sólo de la decisión de estos, sino de las posibilidades de llegar en avión o en barco al destino, en función de la oferta y/o de las restricciones en los lugares de origen.
Propuestas al Gobierno
Exceltur reconoce el “marcado y correcto acento en favor de redes de seguridad para los más desfavorecidos”, aunque, señala “muy exiguas para la supervivencia y recuperación del tejido empresarial”. En este sentido, el organismo cree “muy testimoniales y aún poco relevantes” las medidas destinadas de manera directa al turismo. Sobre todo, en un momento en el que el sector, con la paralización de la actividad, se ha visto abocado a ajustar personal y otros recursos, acciones “imprescindibles para asegurar la supervivencia empresarial” y preservar el empleo a futuro.
Ante el escenario que contempla el informe de no obtener ingresos en toda la cadena de valor turística durante los meses de abril mayo y junio y una lenta recuperación posterior, Exceltur considera que la prioridad es facilitar el mayor ajuste de gastos. De esta forma, propone estas medidas con carácter excepcional y, como mínimo, mientras duren las restricciones a la movilidad:
- Diferir los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades y adecuar el cálculo de su cuantía a la liquidación real, a satisfacer el próximo 20 de abril (como Italia, Francia, Reino Unido o EE.UU.)
- Aplazar el pago de las cuotas de la seguridad social, sin coste (como Alemania e Italia, este con un paquete para empresas turísticas).
- Aplazar la liquidación y pago del IVA (como Italia, en general, y Austria, Croacia y Grecia para empresas turísticas).
- Posponer los impuestos autonómicos (impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados e impuesto de sucesiones y donaciones, como la Comunidad de Madrid, y eliminación de tasas sobre el turismo (como Islandia hasta 2022).
- Incorporar en la legislación, de cara al consumidor final, que las eventuales devoluciones de los importes de viajes (billetes de transporte, reservas de alojamiento, paquetes turísticos), se puedan sustituir por bonos canjeables al recuperarse la normalidad. Ello ayudaría a capear las tensiones de liquidez por los servicios de todos los operadores/subsectores turísticos, además de los intermediados por agentes de viajes. (como en Italia, Francia).
- Ampliar la cuantía de la línea de avales hasta el 80% de los créditos para todas las empresas, independientemente de su tamaño.
- Elevar la cantidad inicial declarada de los 20.000 millones a los 200.000 millones de euros anunciada por el presidente del Gobierno.
- Garantizar una línea específica para subsectores turísticos especialmente afectados; líneas aéreas (como EE.UU. Noruega o Suecia), Hoteles (como EE.UU.) o turoperadores (como Alemania).
- Garantizar la capacidad de gestión de los ERTES, introduciendo la posibilidad de presentación/gestión vía declaración jurada, a la vez que ampliar los plazos de su aplicación, adecuándolos a los escenarios previsibles de mantenimiento de las condiciones excepcionales, así como adecuar los plazos de garantía de mantenimiento del empleo, a la estacionalidad de algunos subsectores/destinos.
- Facilitar la posibilidad de renegociación de los alquileres de activos turísticos, sujeta a una adecuada cobertura jurídica y objetivación, que contemple los efectos negativos de la falta de actividad derivados del cierre obligado de dichos establecimientos por el estado de alarma y los de su periodo de recuperación más inmediato.
Colaboración como premisa
El organismo ciertamente destaca su visión de la crisis de la pandemia y hace públicas sus propuestas y peticiones, pero también recuerda el trabajo constante para asegurar la continuidad de las empresas y sus plantillas, la cesión de instalaciones para uso sanitario, de recursos para el transporte de material, y cualquier otra colaboración que pueda aportar a la sociedad en estos duros momentos.