
El turismo será digital o no será
Los patrones económicos demuestran a lo largo de la historia que, después de cada crisis, se sucede siempre un período de crecimiento y bonanza, la mayoría de las veces superior a la caída precedente. Ese comportamiento circular y recurrente es el que explica el progreso continuo de la Humanidad. Sin embargo, esa mejoría no beneficia por igual a todos los agentes económicos, fundamentalmente porque una crisis supone siempre un cambio, un modelo de actividad que desaparece y otro nuevo que emerge, y no todos saben anticiparse o adaptarse a esa transformación.
La crisis que ha sufrido el sector turístico a lo largo del último año y medio, derivada de la pandemia de la Covid-19, no es una excepción. Más bien al contrario. Como ejemplo paradigmático de crisis, tanto por su intensidad como por su alcance geográfico y temporal, estamos en puertas de asistir a una transformación también paradigmática, singular, que marcará claramente un antes y un después. El turismo ya no volverá a ser como antes. En muchos aspectos, será mejor. Y lo será porque será fundamentalmente más digital, con un componente central de carácter tecnológico, como la mayoría de las actividades humanas.
El viaje empieza antes
Una de las primeras consecuencias de este incremento de la digitalización de la actividad turística es que ésta se acentúa sobre todo en las fases previas. Al igual que, como nos enseñó Eduard Punset, la felicidad se encuentra en la sala de espera de la felicidad, la experiencia turística empieza realmente desde el momento en el que surge la idea o el deseo del viaje, cuando la chispa de la emoción estalla en la mente del futuro turista. Ese primer destello puede surgir por una búsqueda en Internet, o por una acción promocional impactante en una feria, por ejemplo, pero sea cual sea el origen deberá ser lo suficientemente contundente para que prenda la llama del deseo. En esta fase previa ya no basta con informar. Hay que seducir, enamorar, conquistar al viajante que queremos que nos visite, porque la competencia es tremenda y el tiempo y los recursos económicos, como siempre, escasos. Para ello, la tecnología de la Realidad Virtual se nos presenta como una herramienta única para cautivar a los futuros turistas al mostrarles desde su lugar de residencia todos los encantos y atractivos del destino. No hay mayor ilusión que anticiparse al futuro. Y ver desde el teléfono móvil, especialmente con unas gafas de realidad virtual, toda la belleza que nos espera es, sin duda, una experiencia única y memorable.
Pero la digitalización no debe reducirse a generar expectativas, sino que fundamentalmente tiene que hacer que la actividad del turista en el destino sea más satisfactoria y placentera. En este sentido, la incorporación de capas de Realidad Aumentada, a través de aplicaciones para móviles, se presenta ya como una exigencia que ha de cumplir cualquier destino turístico que aspire al calificativo de inteligente. No basta con ver un monumento, tenemos que saber más de él y, si puede ser, contado por sus protagonistas históricos. Incluso con algún reto o juego que incentive al turista a seguir una determinada ruta. Esa magia es hoy posible en nuestros dispositivos móviles y, desde luego, que cuando se produce no se olvida fácilmente.
Debemos entender que la tecnología digital es ya un hábito en la mayoría de nuestras actividades cotidianas, y que, en el caso del turismo, incorporar una o varias capas digitales va a hacer que la experiencia sea mucho más enriquecedora y, por tanto, va a fidelizar a nuestros visitantes, que querrán volver a vivirlo. Esas capas pueden ser desde producciones audiovisuales para disfrutar en un videomapping sobre un edificio histórico al desarrollo de productos culturales para entender mejor, y por tanto disfrutar más, de un determinado territorio.
Por último, pero no por ello menos importante, debemos atender la incorporación de herramientas digitales en la fase posterior al viaje. Por un lado, hemos de brindar al turista herramientas para que pueda compartir su experiencia y convertirse en un embajador de nuestro destino. La realización de fotografías o vídeos en 360, que se conviertan en suvenires digitales, o la creación de filtros de realidad aumentada para redes sociales son solo algunas de las múltiples posibilidades que nos ofrece la tecnología.
En Amazing Up, empresa asociada a Turistec, somos expertos en incorporar esas ventajas digitales en las tres fases de la actividad turística y, especialmente, para que la tecnología cree verdadero valor para la industria turística, lo que equivale a que sea útil y emocionante para sus clientes. Trabajamos para crear de un ocio más social e interactivo. Desde nuestra sede en el Parque Científico y Tecnológico de la Universitat Jaume I de Castellón colaboramos con Administraciones y empresas turísticas de todo el país, a las que brindamos un equipo interdisciplinar formado por ingenieros, informáticos, comunicadores, diseñadores y creativos capaces de transformar experiencias para que sean realmente únicas para los usuarios. Nuestras soluciones van desde el desarrollo de apps con todo tipo de información y servicios hasta la creación de experiencias de gamificación, producción audiovisual en Realidad Aumentada, Virtual y Mixta, o incluso el desarrollo de áreas expositivas y museísticas llave en mano. Un catálogo de servicios para que la tecnología haga todavía más atractiva e interesante la actividad turística. Porque el turismo del futuro será digital o no será.
Juan José Ortiz
CEO de Amazing Up, innovación para el turismo
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